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HISTORIAE

LA DINASTÍA XXI EN EL ALTO Y BAJO EGIPTO

INTRODUCCIÓN CRONOLÓGICA AL TERCER PERIODO INTERMEDIO

El Tercer Periodo Intermedio (lo llamaré TPI para abreviar) es el periodo en la Historia del Antiguo Egipto que abarca desde el 1069 hasta el 664 a.C., ocupando pues algo más de cuatro siglos. Durante estas centurias, se desarrollan cinco dinastías, de la XXI a la XXV. La Dinastía XXI abarca del 1069 al 945 a.C., y la Dinastía XXII abarca del 945 al 715 a.C. La Dinastía XXIII cuenta con reyes que reinan desde varios centros diferentes, y abarca del 818 al 715 a.C. La efímera Dinastía XXIV abarca del 727 al 715 a.C., y la Dinastía XXV abarca del 747 al 656 a.C. Como podemos apreciar, al igual que los dos anteriores, el Tercer Periodo Intermedio es un periodo de fragmentación del Estado egipcio e inestabilidad política. Por eso, podemos encontrar que, excepto la dinastía XXI, las otras se superponen las unas con las otras. La Dinastía XXIII se desarrolla en la segunda mitad del desarrollo de la XXII, y la XXIV y la XXV se produce en las últimas décadas de la XXIII.

Cronología y principales soberanos del Tercer Periodo Intermedio egipcio
Cronología y principales soberanos del Tercer Periodo Intermedio egipcio

LA PÉRDIDA DE NUBIA

Tras la retirada de Panhesy a su Nubia natural por su derrota militar, ni el general Piankh ni nadie pudo restablecer la autoridad egipcia en Nubia. Esto tuvo como consecuencia más inmediata el hecho de que se perdiera el control sobre la explotación de los recursos que venían de estos territorios, como las minas de oro. Y claro, el que desaparezca una de tus fuentes principales de recursos auríferos repercute en toda tu producción orfebre.

Este es el dibujo de la única estela existente en la que se cree que se representa al general Piankh
Este es el dibujo de la única estela existente en la que se cree que se representa al general Piankh

LA DINASTÍA XXI DEL NORTE

1) El poder político:

A la hora de mantener las apariencias, los reyes de esta dinastía demostraban una unidad y fuerza política sin igual. Sin embargo, sabemos que esto solo era una fachada. El poder político en esta dinastía estaba dividido entre los reyes del norte del país y una serie de comandantes militares que se adueñaron también de uno de los máximos títulos religiosos, el de «gran sacerdote de Amón».

2) Esmendes y la ciudad de Tanis:

El inaugurador de la Dinastía XXI es Esmendes (1069-1043 a.C.), un influyente personaje de origen desconocido que habría fundado la dinastía egipcia del norte, con centro político en el Delta, en la ciudad de Tanis. En cuanto a Tanis, cabe destacar que se trataba de una ciudad totalmente nueva cuyos principales monumentos se construyeron gracias a la reutilización de los materiales traídos desde Piramsés y otras ciudades de más al norte de Egipto.

Mapa del norte de Egipto que muestra señalada la ubicación de la ciudad de Tanis
Mapa del norte de Egipto que muestra señalada la ubicación de la ciudad de Tanis

En cuanto a la forma en la que Esmendes llegó al poder real, se desconoce, aunque se barajan dos principales hipótesis: por una parte, podría haber llegado a ser rey por vía matrimonial si su mujer, Tentamón, fuera de la anterior familia ramésida de finales del Reino Nuevo. Por otro lado, teniendo en cuenta la creciente influencia del culto de Amón y el creciente poder de sus funcionarios, no podemos descartar que haya llegado al poder al ostentar previamente el título de gran sacerdote de Amón.

Imagen que muestra el estado actual de algunas de las ruinas de la ciudad de Tanis
Imagen que muestra el estado actual de algunas de las ruinas de la ciudad de Tanis

3) La teocracia egipcia:

Esto no sería raro de pensar si tenemos en cuenta que, durante este período, el gobierno de Egipto fue una teocracia, en la cual la suprema autoridad política la ejercía el propio dios Amón, y por cuestiones obvias, sus representantes en la tierra. En este nuevo periodo teocrático, los reyes egipcios no son más que simples soberanos temporales nombrados directamente por el dios Amón. Estos reyes tenían que ejecutar las órdenes que el mismo dios les comunicaba a través de los mensajes de oráculos.

Imagen que muestra el plano con los restos de los templos y tumbas del yacimiento de la ciudad de Tanis
Imagen que muestra el plano con los restos de los templos y tumbas del yacimiento de la ciudad de Tanis

4) Fuentes de conocimiento:

Uno de los principales problemas que tenemos para el conocimiento de la Dinastía XXI de Egipto es que las actividades de estos reyes septentrionales están escasamente documentadas. Dentro del propio Egipto, los restos principales que sirven de fuentes materiales de conocimiento son los trabajos de construcción de Psusennes I (1039-991 a.C.) en las ciudades de Menfis y Tanis.

LA DINASTÍA XXI Y EL SUR DE EGIPTO

Mientras todo esto pasaba en el norte de Egipto, la principal actividad que tenemos documentada para el sur durante la Dinastía XXI fue el desmantelamiento sistemático de las tumbas reales del Reino Nuevo. El Valle de los Reyes dejó de ser por tanto el lugar de enterramiento real, y se disolvió la comunidad de constructores de tumbas de Deir el Medina, llegando a saquear las tumbas para apropiarse de su contenido y ocultando las momias en caches.

Plano que muestra la ubicación de las tumbas de algunos de los reyes egipcios del Valle de los Reyes
Plano que muestra la ubicación de las tumbas de algunos de los reyes egipcios del Valle de los Reyes

REINADOS POSTERIORES A ESMENDES

Tras los reinados de Esmendes y su sucesor, Amenemnisu (1043-1039 a.C.), el control del norte egipcio pasó a Psusennes I, hijo del comandante tebano Pinudjem I, mientras que el control del Alto Egipto, el sur egipcio, pasó a su hermano Menkheperra.

Imagen que muestra la máscara funeraria de Psusennes I
Imagen que muestra la máscara funeraria de Psusennes I

Tras el reinado de Amenemope (993-984 a.C.), el sucesor de Psusennes I, una nueva familia se hizo con el poder real en el Delta, ya que en torno al 984 a.C. asciende al trono Osorkon el Viejo (984-978 a.C.), hijo de Sheshonqjefe de los meshwesh. Como se ve a simple vista, este es un rey no egipcio, sino probablemente libio, a juzgar por su nombre y su linaje. El que gente de origen libio haya conseguido asentarse y acceder al poder real en Egipto demuestra el alto nivel de incursión que los libios llevaban realizando en Egipto desde tiempos de Ramsés III. Sin embargo, no todo en Egipto parece perdido a reyes extrajeros, ya que todo apunta a que el último rey del norte de la Dinastía XXI, Psusennes II, vuelve a ser un gran sacerdote de origen tebano.

Imagen que muestra la máscara funeraria de Amenemope
Imagen que muestra la máscara funeraria de Amenemope

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