INTRODUCCIÓN
El territorio que comprende la Mesopotamia del periodo protodinástico se divide en varias comarcas, por así decirlo, que son iguales entre ellas a nivel político, a nivel de acceso a recursos naturales, y a nivel de extensión (unos 30 kilómetros de diámetro, aproximadamente). Esta organización en «comarcas» fue la que resultó de la reestructuración que ocurrió durante la fase Yemdet Nasr o el Protodinástico I tras haber acabado la fase de predominio hegemónico de la ciudad de Uruk.
CARACTERÍSTICAS DEL GOBIERNO INTERNO Y EXTERNO
1) La titulatura y sus variaciones por ciudades:
Lo primero que tienes que saber es que cada ciudad estaba gobernada por una «bala«, es decir, una dinastía local y que no tenía por qué parecerse a las dinastías de otras ciudades, al menos en lo que a sus títulos se refiere. Por ejemplo, en la ciudad de Uruk, al jefe de esta dinastía local se le conoce como «en», que significa «gran sacerdote»; en la ciudad de Lagash se le llama «ensi«, que significa «artífice del dios«, mientras que en la de Ur y Kish es conocido por el término «lugal«, que significa «rey». Como es evidente a simple vista, estos términos no son iguales ni a nivel lingüístico ni a nivel semántico. El primero, el de la ciudad de Uruk, hace hincapié en que el poder real tiene su origen en el templo; el segundo, el de la ciudad de Lagash, presenta al dinasta como un siervo de la divinidad de la ciudad, como su principal administrador terrenal; y el tercero, el de las ciudades de Ur y Kish, es mucho más innovador porque no implica un significado religioso, solo exclusivamente humano y político.
2) Separación entre gobierno y culto:
No hace falta ser historiador o arqueólogo para saber que estudiar esta temática es difícil. La situación de la relación entre el gobierno (representado en el palacio y en esas dinastías locales) y el culto religioso (representado en el templo) es compleja y varía dependiendo de la ciudad a la que nos refiramos, tal como demostré antes con los títulos. Aun así, grosso modo, se pueden describir una serie de características comunes. La primera de ellas, la más importante quizá, es que se está acentuando la separación entre el culto y la política, con la aparición de una realeza «laica», por así decirlo. A nivel ideológico, siguen estando muy unidos, porque no olvidemos que es la religión y el culto el que hace la legitimación y justificación del poder de la realeza, presentando al dinasta como el encargado de llevar a cabo la voluntad divina. Sin embargo, a nivel administrativo hay más diferencias, ya que los palacios tienden a querer subordinar a los templos, para que no haya un poder político superior que el suyo.
3) Relaciones exteriores con otras ciudades:
A la hora de hablar de las relaciones que existen entre las distintas ciudades-Estado de la Mesopotamia protodinástica habría que destacar cuatro apartados, distinguiendo entre relaciones a nivel económico, militar, jurídico e ideológico. Las dos primeras son las más fáciles de entender, ya que significan que se dan guerras fronterizas entre ellas por intentar alcanzar una posición hegemónica a nivel económico.
Las relaciones jurídicas e ideológicas son más difíciles de explicar. En primer lugar, se podría decir que el hecho de que exista una gran pluralidad de dioses legitima la existencia de muchas ciudades, ya que cada una cumpliría el papel de servir a una divinidad concreta. Por este mismo hecho, las relaciones ideológicas no son igualitarias, ya que cada ciudad quiere demostrar a las otras que su ciudad está por encima de los demás. ¿Qué consecuencias tiene esto? Pues que a nivel ideológico se interpreta que, si una ciudad triunfa y sobresale más por encima de las otras a nivel político o económico, es porque su divinidad local es superior a la de otras ciudades. En segundo lugar, también existe una pluralidad de dinastías locales, ya que la misma no gobernaría siempre. Cuando se producía uno de estos cambios de dinastía, también se presentaba una justificación ideológica: la caída de una dinastía era obra de la divinidad local, que no estaba conforme con el comportamiento de ese dinasta.
4) Funciones y obligaciones del rey:
Las funciones básicas del rey de una ciudad-Estado de Mesopotamia son la administración de la economía local y la defensa contra posibles ataques enemigos. En cuanto al primero tenemos que el rey es que debe asegurarse que se crean y funcionan correctamente toda la producción artesanal y de alimentos, así como el sistema económico redistributivo, aunque siempre teniendo en cuenta que es la divinidad quien hace que se den buenas o malas cosechas. En lo que se refiere al segundo, el rey está al mando de todas las operaciones militares, aunque la victoria en el conflicto militar solo la deciden los dioses enfrentados de cada ciudad combatiente.
Los reyes tienen una tercera función que es igual de importante que las otras dos, y es el culto al dios de su ciudad, ya que si éste no estaba conforme con el comportamiento del rey, haría que la dinastía se extinguiera y la ciudad cayera en desgracia, dejando de proteger a la ciudad y dejando de favorecer las cosechas. Por tanto, si ocurre cualquier desastre o tragedia natural, económica o militar, es culpa del rey y de la dinastía local, ya que han enfadado a la divinidad. Para que esto no pasara y la divinidad estuviera siempre satisfecha, había que llevar cuidadosamente esta relación, llevando a cabo el culto diario, las fiestas mensuales y anuales, y las ofrendas.
