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HISTORIAE

CRISIS FINAL DEL PROTODINÁSTICO EN MESOPOTAMIA

INTRODUCCIÓN

El periodo del Protodinástico en la Baja Mesopotamia, iniciado aproximadamente en el 2900 a.C., entra en crisis durante la segunda mitad del Protodinástico III. Esto es una crisis que, como ya veremos, desembocará en torno al 2350 a.C. con el final del periodo y el inicio de uno nuevo, el periodo del Imperio de Akkad. Pero mejor veámoslo todo un poco a nivel general para ir entendiéndolo todo mejor.

Cronología de las inscripciones reales del periodo Protodinástico en Mesopotamia
Cronología de las inscripciones reales del periodo Protodinástico en Mesopotamia

CAUSAS DE LA CRISIS

Grosso modo, podría decirse que el final del periodo Protodinástico se debe a una cierta autodestrucción por sí mismo, en el sentido de que llegó un punto en el que las continuas guerras abiertas entre las distintas ciudades mesopotámicas se hicieron insoportables para el desarrollo de las mismas, con lo que acabaron colapsando y siendo conquistadas (como ya veremos) por alguien que viene del norte de la Baja Mesopotamia, Sargón.

Busto de un gobernante acadio, probablemente Sargón
Busto de un gobernante acadio, probablemente Sargón

En las fuentes de conocimiento de las que disponemos está constatado el hecho de que las ciudades-Estado mesopotámicas convivían en paz durante la fase de Uruk, y en conflictos abiertos durante el Protodinástico. Estos conflictos entre ciudades no implicaban conseguir conquistas o dominios territoriales permanentes, sino más bien conseguir que los vencidos pagaran a los vencedores una serie de tributos. Por este motivo, y aunque al principio parezca contradictorio, las ciudades usaban la guerra para desarrollarse y crecer política y económicamente, ya que estos conflictos implicaba la expansión del número y relevancia de reyes laicos en detrimento del poder político de los sacerdotes de los templos.

Mapa de la Baja Mesopotamia durante el periodo Protodinástico
Mapa de la Baja Mesopotamia durante el periodo Protodinástico

Esta rivalidad entre los reyes laicos y los sacerdotes de los templos también supone pequeños conflictos internos, pero no representan conflictos abiertos ni nada de importancia debido a que todo eso lo único que haría sería debilitarlos de cara a conflictos exteriores. A nivel económico, las ciudades crecen debido a que los monarcas laicos llevan a cabo una serie de medidas, como la expansión de las tierras de cultivo, reservando todos los beneficios económicos de éstas solo para el rey. Y claro, cultivar más significaba más mano de obra, y más construcciones para llevar hasta allí los canales de riego.

La forma de explotación de la tierra - a la izquierda la de tipo sumerio y a la derecha la de tipo acadio
La forma de explotación de la tierra – a la izquierda la de tipo sumerio y a la derecha la de tipo acadio

EL PRINCIPIO DEL FIN

Precisamente por los canales de riego puede que empezara el principio del fin. Debido a las características que ya he mencionado del clima en la Baja Mesopotamia, las ciudades dependían para su desarrollo agrícola de los canales de agua, por lo que parece lógico pensar que si quieres vencer a la ciudad enemiga de turno deberías hacer medidas militares para dejarles sin agua, inhabilitando así sus campos agrícolas.

Para saber como eran estos conflictos bélicos, como siempre acudimos a las fuentes de conocimiento. La iconografía del Protodinástico muestra que las armas más usadas suelen ser las arrojadizas, como las flechas, lanzas, hachas, o pequeños cuchillos de no más de 20 centímetros. Por otra parte, no hay constancia todavía de la domesticación de los caballos para usos militares, pero sí que hay ya carros de guerra que estarían tirados por onagros, una especie antecedente del asno. Debido a la incomodidad de estos carros de guerra, solo se usaban en este periodo para transportarse al lugar de la batalla, o para transportar heridos. Por último, como medidas de protección corporal usaban cascos para la cabeza y telas de cuero que se ponían en todo el cuerpo.

Tablilla con una autobiografía de Sargón de Akkad
Tablilla con una autobiografía de Sargón de Akkad

LA CRISIS DEL MODELO ALDEANO

Los grandes perjudicados por las continuas guerras abiertas entre las ciudades y el progresivo aumento de las tierras de éstas son los individuos relativamente libres que viven en las aldeas circundantes a la ciudad. Por una parte, la ciudad necesitaba vías de financiación para los ataques y para la defensa, lo que se traducía en una carga fiscal basada en tributos o trabajos forzados para estas aldeas periféricas. Por otro lado, las tierras de estos aldeanos cada vez son más marginales, porque descienden en pro de las tierras de los reyes laicos o de los templos. Por tanto, estos aldeanos estaban al límite, y solo hacía falta que vinieran años de malas cosechas y empeoramiento climático para que se desencadenara de forma irreversible la crisis final. Esta crisis final no es tal para las grandes organizaciones, ya que ellos son los únicos que poseen muchos excedentes de productos agrícolas y artesanales.

Mapa que muestra la extensión del imperio de Akkad
Mapa que muestra la extensión del imperio de Akkad

LA CONQUISTA FINAL

A nivel general, los sumerios eran mayores numéricamente en el sur de la Baja Mesopotamia, mientras que a medida que nos vamos hacia el norte su relevancia demográfica va decreciendo en favor de los semitas. Pues bien, más o menos en torno al 2375 a.C., el rey de la ciudad de Uruk (sumerio) inicia una campaña de conquista de otras ciudades del sur bajomesopotámico, apropiándose de nuevos territorios. En el norte, un monarca de origen desconocido, Sargón de la ciudad de Akkad (semita), había iniciado la misma campaña, por lo que pronto ambos reyes van a chocar entre ellos, y, tal y como nos muestran las fuentes de conocimiento, Akkad venció a Uruk, instaurando así un nuevo periodo de la Historia de la Baja Mesopotamia, el periodo acadio, también llamado Imperio de Acad/Akkad.

Mapa que muestra la ubicación aproximada de las dos grandes zonas de Mesopotamia
Mapa que muestra la ubicación aproximada de las dos grandes zonas de Mesopotamia

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