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HISTORIAE

EL POGROMO DE 1391

Artículo sobre el pogromo de 1391 publicado por mí en la web de QueAprendemosHoy el día 24/02/2016.

¿Qué es un pogromo?

Antes de meternos de lleno con este suceso, es preciso aclarar primero qué es. Un pogromo (también llamado pogrom) es la matanza y robo que se le hace a gente indefensa por parte de una multitud de personas enfurecida. Para el caso que nos atañe, podríamos decir que el pogromo de 1391 hace referencia al linchamiento multitudinario, ya sea de forma espontánea o premeditada, de la comunidad judía de los reinos ibéricos de Castilla y Aragón, procediendo además a la destrucción o el expolio de sus bienes, ya sea en forma de casas, tiendas y negocios, centros religiosos, centros económicos o financieros…

En los primeros meses de reinado del rey Enrique III de Castilla (1390-1406), las Cortes se reunieron en Madrid, y en el contexto de esta reunión es cuando se recibieron las noticias de las alteraciones del orden que se estaban produciendo contra los judíos en ciudades como Sevilla, Burgos, Toledo, Logroño, Valencia, Barcelona…

Vidriera en la que se representa al rey Enrique III de Castilla. Durante su reinado fue el pogromo de 1391
Vidriera en la que se representa al rey Enrique III de Castilla (Fuente: Wikimedia Commons)

Origen y extensión del pogromo de 1391

El primer brote del pogromo de 1391 surgió en Sevilla con las predicaciones antisemitas de Ferrand Martínez, el arcediano de Écija. Hay que aclarar que este cargo eclesiástico, el arcediano, designaba al diácono mayor de las catedrales, en este caso, la de Écija. Desde lo ocurrido en Sevilla, las Cortes y el rey se pusieron en marcha para tratar de frenar su expansión, enviando procuradores tanto a Sevilla como a una de las ciudades donde más repercusión podría tener este movimiento antisemita, Córdoba. Aunque las cartas leídas por los procuradores en cierto sentido calmaron los ánimos, no se extinguió el conflicto, sino todo lo contrario, ya que se extendió poco después hasta llegar incluso a la otra punta de la península, a Barcelona.

El origen social de este movimiento antisemita se asentaba en la gran riqueza y fortuna que acumulaba la comunidad comerciante judía, supuestamente conseguida a base de estafar y robar a sus clientes y demás compradores. Esta insatisfacción habría sido alimentada por las predicaciones de este arcediano ubicado en la ciudad de Sevilla desde tiempos del anterior rey a Enrique III, es decir, Juan I.

Creyéndose amparados por la impunidad que les habría otorgado la Iglesia, se destruyeron desde sinagogas hasta aljamas. A pesar de los intentos porque no llegara, la sublevación antisemita llegó a la ciudad de Córdoba, lo que se tradujo en un sangriento asalto, saqueo y matanza de la judería y el castillo de esta ciudad, con el objetivo como pretexto de obligar a convertirse al catolicismo a todos los judíos que quisieran conservar la vida. Este pogromo en Córdoba no solo estaba formado por la gente de a pie de la calle, sino que también estaba conformada por integrantes de familias nobiliarias, criados y sirvientes de grandes caballeros, e incluso clérigos, que se encargaban de mantener enardecida a la masa furiosa.

Sepulcro de Enrique III de Castilla, rey durante el pogromo de 1391
Sepulcro de Enrique III de Castilla, rey durante el pogromo de 1391 (Fuente: Wikimedia Commons)

Consecuencias del pogromo de 1391

Ante esta oleada de violencia antisemita, el rey no pudo permanecer impasible, al menos en teoría. Por lo que sabemos, Enrique III impuso a gran número de asaltadores y demás personas de la sublevación unas grandes multas económicas, que en total se calcula que sumaban unas 40000 doblas de oro (en la actualidad correspondería a más de 9000 euros, si tenemos en cuenta que una dobla de oro era como unos 24 céntimos de euro actuales).

Sin embargo, la realidad histórica es que la Corona no llegó a cobrar ni el 25% de esas multas, quizás por miedo a nuevas sublevaciones contra la Corona, o por miedo a procesar judicialmente al notable número de nobles y eclesiásticos que tomaron parte en el pogromo. Por otra parte, el rey concedió una especie de indultos a gran parte de las personas a las que había condenado al destierro, permitiéndoles volver a sus casas sin ningún tipo de contraprestación.

En cambio, en el otro lado de la moneda está la comunidad judía, que, por lo que se sabe, no recibió ningún tipo de indemnización económica o de cualquier otro tipo por todas las pérdidas acumuladas por el arruinamiento de sus negocios, por las muertes de sus familiares y amigos, y por el destrozo de sus sinagogas y centros religiosos.

Ferrand Martínez, arcediano de Écija, el provocador del pogromo de 1391
Ferrand Martínez, arcediano de Écija, el provocador del pogromo de 1391 (Fuente: Wikimedia Commons)

Conclusiones

Por tanto, a partir de la investigación histórica que se puede hacer a través de fuentes de conocimiento como las “Crónicas del Rey don Enrique, tercero de Castilla e de León“ del cronista Pero López de Ayala (1332-1407), podemos extraer varias cosas: en primer lugar, ni el Rey ni las Cortes eran tan efectivas, magnánimas y tolerantes como lo manifiesta López de Ayala en su texto, ya que no se ajustició ni se condenó a la mayoría de personas implicadas en la sublevación, y no se compensó a la comunidad judía por todos los daños que habían recibido.

Por otra parte, también se desmonta la supuesta fortaleza y gran poder de la Corona y las Cortes castellanas de este contexto histórico, ya que nos encontramos a unas instituciones judiciales que no se atreven a impartir la Justicia por miedo a las represalias que podrían tomar los nobles o la Iglesia contra ellos, lo cual es sinónimo de debilidad y dependencia de la Corona hacia estas instituciones.

Matanza de judíos en Barcelona en el pogromo de 1391, obra de Josep Segrelles hecha en 1910
Matanza de judíos en Barcelona en 1391, obra de Josep Segrelles hecha en 1910 (Fuente: Wikimedia Commons)

Artículo sobre el pogromo de 1391 publicado por mí en la web de QueAprendemosHoy el día 24/02/2016.

Bibliografía

RAMÍREZ DE ARELLANO, R. (1901): “La Matanza de Judíos de 1391” en Boletín de la Real Academia de la Historia.

GAUTIER-DALCHÉ, J., DUFOURCQ, Ch. (1983): Historia económica y social de la España cristiana en la Edad Media. Ed. El Albir, Barcelona.

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Comentarios (17)

Excelente artículo. Interesante, riguroso y excelentemente narrado. Tenía noticias del pogromo de Córdoba, pero no sabía que estaba extendido a toda la península. Enhorabuena.

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Muchas gracias, Enrique, me alegro de que te haya gustado.

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Gracias por el artículo. muy bien documentado y narrado. He sabido de los pogromos a lo largo de la historia, particularmente contra la judería, siempre »JUSTIFICADOS», lamentablemente. Me gustaría saber al respecto en tiempos de Isabel la Católica. De nuevo muchas gracias!!!!

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Muchas gracias por leer mi artículo, Gladys, me alegro de que te haya gustado. Tomo nota para futuros artículos 😉

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Nuy interesante artículo, paso lo mismo con los árabes expulsados, (mudejares)?

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Estos acontecimientos siempre se han suscitado a lo largo de la historia, ya se con diferentes nombres, características y en circunstancias diversas, pero todas movidas por el mismo sentimiento, la envidia.
Si tu no tienes, ya lo envidias en el que lo tiene. El Judío un pueblo laborioso y ahorrativo, siempre iba a ser motivo de envidia del ocioso y dispendioso.
El Socialismo, el Comunismo y todas las formas aparentemente justicialistas no son sino manifestaciones paridas por la envidia.
Cuando laboras y controlas tus apetencias, a la larga serás pasto de los que no lo hacen. Creo que el lema » Comerás el pan con el sudor de tu frente» es la única verdad para estas cosas no se repitan.
s.m.p

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Más o menos lo que siempre se hace, cuando se pone en disputa la raza, las clases, la religión, los nacionalismos. El más grande y poderoso, si prosiguen las diputas, los prejuicios, el egoísmo, el fanatismo, aplasta al más débil.
La diferencia está en que, cuando las fracciones enfrentadas son muy grandes, poderosas, se desencadena una gran violencia, las masacres, los holocaustos.

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La monarquía era débil, no controlaba a la nobleza. No había una justicia independiente. La economía totalmente regulada, controlada por sectores de la población que vivían aislados del resto y sin control, hasta los reyes tenían deudas con ellos. Los reyes no hicieron nada porque no podían, es posible que en el fondo no rechazaran del todo los acontecimientos, pero aunque no fuera así ¿Qué alternativa tenían? ¿atacar a la nobleza? ¿Ir contra los ciudades que que habían participado en la revuelta? Como siempre pasa en la historia, el poder real pensó se matan entre ellos y debilitan a un grupo que es algo molesto, me lavo las manos y a otra cosa. El poder es un juego de fuerzas y el que está arriba debe saber mover los hilos

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Entristece leer estos hechos contra un comunidad que llevaba tantos años instalados en la península ibérica.
La cristiandad siempre vio el los judios a los asesinos de Jesus.
Extraña que hoy los judios se porten con los Palestinos como si fueran los destinatarios de su revancha.

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EL SINDROME DE ESTIGIA
Considero que debemos aceptar la existencia de una enfermedad que yo denomine el síndrome de Estigia.
El nombre fue tomado de la mitología griega donde la diosa Estigia era El Rio del Odio.
Esta enfermedad se caracteriza por que la persona no logra argumentar sus ideas.
Simplemente expresa un sentimiento que lo domina y arrastra,como un rió.
Este sentimiento es un odio profundo casi visceral.
Arraigado en el intento de diferenciarse de lo odiado.
Digamos que el odio es como si dijera» desaparece de mi vida, yo no soy como vos».
En términos tradicionales del psicoanálisis una expulsión de lo malo en el objeto odiado y una incorporación de lo bueno en el sujeto.
Incorporando el contexto social debemos pensar que el odiador se ubica en un lugar protegido del contagio mediante la distancia que impone el odio.
La fantasía inconsciente es que el objeto odiado es aquel que me va a contagiar y por lo tanto me va a dañar.
Tiene básicamente características fobicas.
Habitualmente para muchas personas resulta inexplicable ¿porque se odia sin razón fundamentada?.
La explicación radica en que la fobia es irracional y el odio se nutre de ellla.
Similar al temor a quedar encerrado, a los roedores o las cucarachas.
Imaginen que una persona fobica escuche todo el día que si no hace nada los roedores van a invadir su habitación
La respuesta sera …cualquier acción es poca para calmar mi temor.
Hay buenas noticias.
El odio se cura con información,conocimiento y acercamiento lento y progresivo hacia el objeto odiado.
Dr Ruben Ariño 1531066186

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El pueblo judío ,siempre sufrió este tipo de atrocidades . Cuando un rey sin poder , o con poco de el , cuando se endeudaba por sus desaguisados , y guerras , pedía dinero , y al no poder devolverlo , dejaba que personeros incitaran a las masas trasladando culpas a los judíos .Este Ferranz , de seguro conocía esta situación , y dirigía su poder contra esa etnia ..Eso en España ,tambiín en Rusia , Polonia y demás países en donde la diáspora les había tentado .

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En el libro y serie de Netflix, La Catedral del Mar, se narra la persecución a la judería. Si bien se observa la injusticia contra ellos, es la misma que actualmente están aplicando contra Palestina

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Es cierto,por eso tal vez no encuentran la paz para su pueblo

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Excelente artículo,es triste pero a travez del tiempo,se han dado infinidad de genocidios, por la envidia, llámese nacionalismo o como se llame, saludos

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He visto estas publicaciones en otro usuario y me gustaría formar parte de este grupo.

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Si quieres formar parte del equipo de redacción de Historiae, siempre puedes mandar tu candidatura a historiae2014@gmail.com. La evaluaré y te daré mi respuesta, positiva o negativa, lo antes posible. Saludos.

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Creo que se cometieron muchos delitos que no fueron reparados, pero no podemos juzgar a esa sociedad desde nuestro punto de vista muy del siglo XXI.

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