Saltar al contenido
HISTORIAE

La compañía de mujeres de Santa Barbará

"El gran día de Girona", cuadro de Ramón Martí i Alsina (1891)

Artículo escrito por Laura Wagner, graduada en Historia.

Introducción

En la Gerona de 1809, ante la invasión francesa, un grupo de mujeres decididas a luchar contra los invasores decidieron unirse y ayudar a defender su tierra. Esas mujeres conformaron la Compañía de mujeres de Santa Bárbara. A comienzos del siglo XIX, Francia se encontraba sumida en interminables guerras. Éstas habían comenzado años antes con la Revolución francesa. Pero un joven general llamado Napoleón Bonaparte se hizo con el poder convirtiendo a Francia en un poderoso imperio, conquistando casi toda Europa. Con su gran éxito, el joven emperador  no tardó en poner su mirada  en España. A pesar de tener algunos informes desfavorables acerca del levantamiento en armas de la población, el emperador decidió hacer oídos sordos y lanzarse a entrar en España.

"La Compañía de Santa Bárbara", cuadro de Ramón Martí i Alsina (1891)
«La Compañía de Santa Bárbara», cuadro de Ramón Martí i Alsina (1891)

La invasión francesa de España

Aprovechando el tratado de Fontainebleau de 1807, por el cual se permitía el paso de las tropas francesas para conquistar Portugal, los franceses comenzaron a ocupar el territorio español. Empezaron por la ciudadela y el castillo de Montjuic en Barcelona y la ciudad de San Sebastián. Así, poco a poco fueron entrando y ocupando diversas ciudades de la península. De este modo, el general Murat, cuñado de Napoleón, llegó el día 23 de marzo a Madrid. Cuando el 2 de mayo se intentó el traslado de la familia real, se formó un levantamiento popular duramente reprimido. Esto fue seguido de numerosas revueltas por todo el país, siendo el día 6 de mayo cuando se proclamó oficialmente la guerra contra Napoleón.

Las mujeres en la Guerra de la Independencia

En este contexto de guerra y ocupación, Gerona ocupaba un lugar geográficamente estratégico para las tropas francesas. Era porque permitía tener el control de la ruta entre Barcelona y Francia. Fue por ello que, desde que comenzó la invasión, muchas mujeres fueron a ayudar en las defensas de sus ciudades. En el caso de Gerona tenemos noticias de que ya el 20 de junio de 1808, fecha en la que el general Duhesme atacó con más fuerza el baluarte de Santa Clara, hubo mujeres colaborando en la defensa de la ciudad. Así, se dedicaron a auxiliar a los heridos y los acompañaron a hospitales. También ayudaron a suministrar recursos como municiones y víveres.

"Defensa del parque de artillería de Monteleón", cuadro de Joaquín Sorolla (1884)
«Defensa del parque de artillería de Monteleón», cuadro de Joaquín Sorolla (1884)

Las mujeres catalanas no dudaron en enfrentarse al peligro durante el ataque. Y eso tanto en ese día como en el que tuvo lugar un mes más tarde durante el que sirvieron en las baterías y distribuyeron víveres entre los soldados. También en el asalto al hospital de San Daniel del 30 de agosto en el que ayudaron a su evacuación. Tras estos hechos un grupo de mujeres decidió actuar de forma organizada. Por ello, solicitaron autorización al gobernador don Mariano Álvarez quien decretó la creación de una unidad militar femenina el día 22 de junio de 1809. Esta compañía se constituyó definitivamente el 28 de ese mes como Compañía de Señoras Mujeres de Girona.

La compañía de señoras mujeres de Girona

En su decreto de constitución quedaba recogido que cualquier mujer podía formar parte de la compañía de Santa Barbará, si bien lo preferible eran mujeres jóvenes y sanas. Además, a todas aquellas que tuviesen la intención de contraer un matrimonio decente se las recompensaría con una dote. La compañía se dividía en escuadrones dirigidos por una comandanta encargada de transmitir las órdenes de los mandos militares. Si bien orgánicamente dependían del gobernador, el funcionamiento interno de la compañía estaría en manos de las propias mujeres que la conformaran.

"El gran día de Girona", cuadro de Ramón Martí i Alsina (1891)
«El gran día de Girona», cuadro de Ramón Martí i Alsina (1891)

Funcionamiento de la compañía

Asimismo, se establecía que si se llegaba a superar las 100 voluntarias ellas mismas podrían elegir a sus comandantas. Por tanto encontramos que la Compañía de Santa Barbará funcionaba de manera democrática. Fue el 3 de julio cuando finalizó el período de inscripción, con un total de 200 voluntarias inscritas. Tras esto se elaboró una Instrucción en la que se establecieron varias cosas. Entre ellas, que desde entonces la Compañía de Mujeres Gerundenses se denominaría como de Santa Bárbara. Además, se dividía a las socias en cuatro escuadrones, cada uno de los cuales actuaba en una parte de la ciudad, que quedó dividida en cuatro.

Todas las mujeres de la Compañía de Santa Barbará debían llevar una cinta encarnada en el brazo izquierdo a modo de lazo que indicase que estaban de servicio. Cuando se produjese el toque, la generala debía presentarse con 30 mujeres, una comandanta, dos sargentas y dos escuadristas en cada una de las partes que le tocasen. Las escuadras se subdividían en dos, una con trece mujeres y una sargenta, y la otra con doce mujeres y una escuadrista.

"Agustina de Aragón", cuadro del pintor actual Augusto Ferrer-Dalmau
«Agustina de Aragón», cuadro del pintor actual Augusto Ferrer-Dalmau

Mujeres al mando de la compañía

Los escuadrones estaban dirigidos por las comandantas María Angela Bivern, María Curtí, Lucia Jonama de Fitz-Gerald y Raimunda de Nouvilas. A ellas se sumaban en el mando dos sargentas (Rita Sala, Ignacia Alsina, Florentina Serrats, Magdalena Molleras, Rosa Costa, Antònia Betlem, Rosa Mir y Vicenta Tornabells) y, dos escuadristas (Ana Detrelly, Maria Mató Magdalena Teixidor, Franciscà Ball-llobera, Teresa Palau, Magdalena Daví, Franciscà Soler y Eu lalia Vila). En general todas las voluntarias de la Compañía de Santa Barbará debían prestar tareas auxiliares y de cuidado y traslados de heridos. Además, las comandantas nombraban a cuatro mujeres para que se encargasen de repartir el aguardiente, y a ocho aguadoras.

Acciones de la compañía

La Compañía de Santa Barbará entró en acción por primera vez el 5 de julio de 1809 ante el ataque al baluarte de Montjuic. También destacaron por su valentía y coraje durante el “Día Grande de Girona”, el 19 de septiembre de 1809. Durante este día, cuando la ciudad estaba a punto de caer y los combates eran cada vez más feroces, las socias de la compañía corrieron por la ciudad allí donde se las necesitaba.

"Fusilamientos del 3 de mayo", cuadro de Francisco de Goya (1814)
«Fusilamientos del 3 de mayo», cuadro de Francisco de Goya (1814)

Este es sólo un ejemplo de las muchas mujeres que ayudaron durante la Guerra de la Independencia española. Una vez que esta guerra finalizó, todos los logros o pequeños avances que tuvieron lugar durante el período de guerra no sirvieron de nada debido al regreso del absolutismo regio. En el caso de las mujeres que a pesar de las balas, las bombas y el peligro se lanzaron para ayudar y pelearon como los hombres, tuvieron que regresar a sus hogares y a los roles propios de su sexo. Muchos de sus nombres cayeron en el olvido durante largo tiempo. A pesar de todo, su esfuerzo no fue en balde, y tanto en su época como posteriormente se ha ido reconociendo su importancia, pues sin su arrojo y esfuerzo la Historia no sería igual.

Bibliografía

FERNÁNDEZ GARCÍA, E. (2011): «Mujeres Sitiadas. La Compañía de Santa Bárbara de Girona», en Dossiers feministes, nº 15, pp. 63-75.

FERNÁNDEZ GARCÍA, E. (2011): «Historia y memoria de las mujeres asediadas», en Cuestiones de género: de la igualdad y la diferencia, nº 6, pp. 35-50.

GRAHIT Y GRAU, J. (1959): «La compañía de Santa Bárbara de Gerona», en Annals de l’Institut d’Estudis Gironins, vol. 13, pp. 155-180.

MOLINER, ANTONIO (ed.) (2007): La Guerra de la Independencia en España (1808-1814). NABLA Ediciones, Barcelona.

Artículo escrito por Laura Wagner, graduada en Historia.

Para saber más


       Laura Wagner Tinoco es graduada en Historia por la Universidad de Málaga. Ha estudiado el Máster de Documentos y Libros. Archivos y Bibliotecas en la Universidad de Sevilla. Actualmente, estudia el Máster de Igualdad y Género en la Universidad de Málaga. Es una apasionada de su trabajo, centrado en la Historia del Libro y en la Historia de la mujer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Óscar Hernández Abreu.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Sered.net que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comentarios (3)

Hasta sargenta he leído. Menuda vergüenza que universitarios entren en la manipulación de nuestra lengua.

Responder

Sargentas, comandantas…, desconozco el amor por la historia de quien ha escrito el artículo; pero queda claro su total y absoluto desprecio por la lengua de Cervantes.

Responder

[…] Y también que se creara una compañía formada solo por mujeres. Se fundó en Girona y se llamaba Compañía de Santa Bárbara. Me resultó muy curioso que usaran palabras como generala, comandanta, sargenta… También se […]

Responder