Hoy, 21 de marzo, me gustaría hablaros brevemente de la matanza de Sharpeville, producida tal día como hoy de 1960. En el transcurso de ese año, en el contexto del régimen segregacionista y supremacista del Apartheid en Sudáfrica, el enfrentamiento entre el gobierno blanco y los distintos grupos nacionalistas africanos alcanzó su momento de mayor intensidad. Estos grupos lanzaron importantes campañas contra las nuevas leyes, pero cometieron el error de subestimar el poder y la ferocidad de la represión del gobierno. Fue en marzo de 1960 cuando una de sus campañas contra los salvaconductos provocó que la policía abriera fuego en un mitin político delante de la comisaría de Sharpeville, matando a sesenta y nueve personas desarmadas e hiriendo a ciento ochenta de entre las 5000 personas asistentes. Después de una oleada de manifestaciones y una gran indignación popular, el 6 de abril de 1960 el gobierno ilegalizó tanto al CNA como al CPA, los principales grupos.
En un mundo que parece cada vez más abocado a la autodestrucción, es muy bueno saber que aun hay muchísimos proyectos, personas e instituciones que te restauran la esperanza en el ser humano. Eso es precisamente lo que hacen plataformas como la Biblioteca Digital Mundial, creada por la Librería del Congreso de EEUU y la UNESCO. Tal y como nos avanza su título, esta web ofrece a cualquiera que quiera visitarla todo tipo de materiales de manera gratuita y en formato multilingüe. Como ahora veréis, dentro de esta sencilla descripción hay un universo de posibilidades. La Biblioteca Digital Mundial pone a disposición de sus usuarios más de 1 millón de archivos en formato digital, clasificados en categorías como libros, periódicos, fotografías, manuscritos, películas, grabaciones, mapas…, provenientes de 193 países (los países que integran actualmente la ONU), y enviados en 145 idiomas distintos.
A pesar de que todos los materiales se encuentran en sus idiomas originales, la forma de buscarlos, organizarlos y clasificarlos en la biblioteca se presenta en siete de los idiomas más hablados del mundo: el chino, el español, el inglés, el árabe, el francés, el ruso y el portugués. A la hora de sumergirnos en esta inmensa biblioteca, el usuario dispone de todas las comodidades posibles: resultados en múltiples formas visuales de presentación, numerosos filtros para acotar las búsquedas por lugar, época, idioma, temática… Cuando se accede a cualquiera de sus registros, las inmensas posibilidades que se abren dibujan en la cara una sonrisa: lectura en línea o descarga en varios formatos, resultados similares y resultados de la misma autoría, época, lugar, temática… Por si todo esto no fuera suficiente ya de por sí solo, la Biblioteca Digital Mundial cuenta además con unos interesantísimos mapas interactivos y líneas históricas sobre diversos temas históricos, gracias a los cuales podrás seguir aprendiendo y enriqueciéndote de la mejor forma posible. Así que, si eres un ser humano y tienes internet, enhorabuena, tienes los dos requisitos imprescindibles para empezar a disfrutar de todas las maravillas que te están esperando en la Biblioteca Digital Mundial.
