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HISTORIAE

La esclavitud en la antigua Grecia

Cuadro de F. Sabbate (1900) de una familia espartana burlándose de su esclavo

Introducción

La antigua Grecia, la civilización antigua admirada por su desarrollo político, cultural y militar, estaba lejos de ser una sociedad idílica. Si bien en la anterior entrada hablé sobre la democracia ateniense y los derechos políticos de los ciudadanos varones, en esta entrada vamos a abordar justamente el polo opuesto, la esclavitud en la antigua Grecia. La Atenas de la época clásica era una gran polis en la que vivían en torno a 430.000 habitantes. No se conoce de forma segura el porcentaje que los esclavos representarían del total, pero las cifras más altas hablan de hasta un 35%. Así, se estima que solo en la polis ateniense había entre 60.000 y 150.000 esclavos.

Cuadro de F. Sabbate (1900) sobre la esclavitud en la antigua Grecia. Una familia espartana se burla de su esclavo
Cuadro de F. Sabbate (1900) de una familia espartana burlándose de su esclavo (National Geographic Historia)

La condición de esclavo

En contraposición a todo lo que sabemos sobre la vida de los ciudadanos varones en la antigua Grecia, la información que tenemos sobre la vida de los esclavos es bastante escasa. Los antiguos griegos consideraban a los esclavos casi como una especie de ganado que se podía comprar, vender y utilizar para los trabajos más duros e ingratos.

La mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra, gentes procedentes de territorios no helenizados, y por tanto, bárbaros. En este campo abundaban los frigios, los lidios, los carios, los escitas, los tracios, los cirenaicos… Además, parte de los esclavos eran ciudadanos griegos que habían perdido su libertad por dos motivos. Por un lado, por ser niños abandonados en lugares como vertederos. Este fenómeno es más usual de lo que pueda parecernos a priori, ya que algunos investigadores sostienen que en épocas puntuales hasta el 20% de las niñas recién nacidas podían ser abandonadas. La mayor parte de estos abandonados morían, pero algunos eran rescatados por mercaderes de esclavos, que se encargaban de que fueran criados para que pudieran ser vendidos como esclavos a cierta edad.

Por otro lado, por haber caído en la esclavitud por deudas. No obstante, este tipo de esclavitud en la antigua Grecia solo se mantuvo hasta el 594 a.C., año en el que una de las reformas del legislador Solón abolió la ley que permitía esta práctica. Asimismo, un ciudadano también podía perder su libertad si era capturado por una banda de piratas, ya fuera en alta mar o en ataques a pueblos costeros. Precisamente, uno de los hechos que más impulsó la existencia y el tráfico comercial de esclavos fue la expansión colonial griega por el Mediterráneo desde mediados del siglo VIII a.C.

Ánfora representando el trabajo más frecuente de la esclavitud en la antigua Grecia: las faenas agrícolas
Ánfora en la que se representa a esclavos haciendo trabajos agrícolas

El precio de la esclavitud en la antigua Grecia

Grandes puertos de la antigua Grecia como el de Atenas, Corinto, Delos, Egina o Éfeso se convirtieron en los principales centros de compra y venta de esclavos. El precio de venta de los esclavos dependía sobre todo de la labor a la que fueran a dedicarse con su nuevo amo. Sin embargo, de forma orientativa el precio medio de un esclavo equivalía al salario que un obrero podía ganar en un año. En Atenas, por ejemplo, cada luna nueva se organizaba un mercado de esclavos en el puerto del Pireo. Tenía lugar en el Ágora, donde los esclavos se colocaban sobre unas plataformas redondas para poder ser bien observados por los clientes.

Todo el que podía permitírselo compraba esclavos, destinados a tareas que iban desde la explotación minera hasta las faenas agrícolas. Desde el punto de vista jurídico, el esclavo griego se consideraba una posesión material que formaba parte del patrimonio de su amo. Así, un amo podía matar o mandar matar a uno de sus esclavos sin que tuviera ningún tipo de consecuencias. Por tanto, un esclavo no tenía más derechos que un animal del ganado.

Escena de una cerámica en la que se ve a un esclavo trabajando en una mina
Escena de una cerámica en la que se ve a un esclavo trabajando en una mina (National Geographic Historia)

La vida de un esclavo griego

A pesar de las condiciones establecidas por ley, en la práctica la vida de un esclavo griego dependía del trato dado por su amo. Es por ese motivo que la literatura griega aborda muchas veces las historias de amos muy benévolos que tratan dignamente a sus esclavos, o justamente lo contrario. Autores antiguos destacados como Jenofonte Esquilo recomendaron en sus escritos tratar bien a los esclavos, ya que así no tratarían de huir o conspirar contra el amo.

La duración de la vida de un esclavo también la determinaba el trabajo para el que fue comprado. En el mejor de los casos, los esclavos podían ser los maestros o las nodrizas de los niños en las familias más ricas. En el peor de los casos, podían ser mineros. Durante siglos, miles de hombres y niños esclavos trabajaron encadenados extrayendo plata de las minas del monte Laurion, al sur de Atenas. Las condiciones de trabajo en estas minas eran pésimas, por lo que la mayoría de ellos moría antes de dos años. Asimismo, los esclavos también eran ayudantes de los hoplitas, prostitutos y prostitutas, agricultores, artesanos especializados y sirvientes domésticos.

Fresco en el que se representa a esclavos trabajando en una mina
Fresco en el que se representa a esclavos trabajando en una mina

Bibliografía

BARCELÓ, P. (2001): Breve historia de Grecia y Roma. Alianza, Madrid.

CÁNFORA, L. (2003): Aproximación a la historia griega. Alianza, Madrid.

GÓMEZ ESPELOSÍN, F. (2001): Historia de la Grecia antigua. Akal, Madrid.

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LANE, R. (2008): El mundo clásico. La epopeya de Grecia y Roma. Crítica, Barcelona.

POMEROY, S. [et.al.] (2012): La antigua Grecia. Historia política, social y cultural. Crítica, Barcelona.

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